Investigaciones arqueológicas recientes sitúan los orígenes de Cañizal en un asentamiento altomedieval conocido como La Huesa. Las cerámicas tardorromanas y altomedievales halladas en el lugar sitúan el origen del asentamiento entre el siglo V y el siglo VII prolongándose hasta el año 1000 y sobreviviendo, por tanto, a la crisis derivada de la invasión musulmana en el 711.
